Soy Rodrigo de Tarragona. Me gustaría saber como nació la idea de nombrar un alcalde de los mozos.

El único al que se le ha denominado así es a Gaudencio, y simplemente es una broma, que surgió a raiz de que una señora que vivía en la casa contigua a la peña, la señora Claudia, un día, no se por qué razón, le «bautizó» con lo del alcalde de los mozos.

El dicho se fue popularizando, y Gaudencio se ha quedado con él.

La verdad es que le queda bien, pues es «mozo», es decir soltero, y es la persona que más tiempo ha estado con los «mozos» pues ha sacado de fiesta a dos generaciones y a otras dos intermedias, entre la que me incluyo.

Aparte, es la persona que siempre está ahí, para echar una mano si hace falta, sobre todo en los trabajos relacionados con el pueblo. Si se avería el agua y hay que arreglarlo allí está él, si hay que poner la pared del cementerio también.

Siempre que hay algún trabajo de ese tipo suele estar allí, y teniendo en cuenta la remuneración de estos trabajos, en la mayoría de las ocasiones ninguna, es de agradecer, sobre todo si se tiene en cuenta que ha sido así durante muchos años.

En los últimos años, en este tipo de trabajos casi siempre están él y el alcalde, Santos, además de otra gente que no somos tan fijos. Por eso digo que lo de «alcalde de los mozos» le queda bien.

Otra cosa que también hace relacionada con el pueblo, es abrirnos la peña practicamente todos los días por el mediodía y por la noche, por lo que si podemos bajamos a echar una parrafada, y la relación entre la gente de este pueblo sigue viva
                                                                                                  Felix. Villorejo.

1 pensamiento a “Sabías que….

  1. En primer lugar, saludaros desde Madrid y felicitaros por la labor realizada desde esta página. Me ha sorprendido gratamente la existencia de la web. Me parece una fórmula estupenda de revitalizar la existencia de pequeños pueblos como Villorejo. Comunicaros que la tal señora Claudia de la que habláis es mi difunta abuela y me ha hecho mucha ilusión leer esta graciosa anécdota, hasta ahora desconocida para mí.
    Hace mucho que no paso por el pueblo pero mantengo un buen recuerdo tanto de su paisaje como de sus gentes.
    Un abrazo y a seguir así.
    Carlos

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