A las puertas de la Navidad, Luis(hermano menesiano) nos invita a sonreir con esta reflexión.

Buenos días, amigos: ¿Te has dado cuenta? Todavía quedan más de tres semanas para la Navidad y ya llevan bombardeándonos un mes con anuncios… Si ya lo dice la Biblia: “El ángel del Señor anunció a María”. Y así empezó la Navidad, con un anuncio. Para mí, el milagro no es que apareciera un ángel. El milagro es que no anunciase un perfume o un turrón…, porque en Navidad no se anuncia otra cosa.

¿Te has fijado en que desaparecen los anuncios normales? ¿Qué pasa con el Schotch Brite? ¿Y qué en Navidad, “sí se puede estar sin él”?…
Eso sí, aparecen otros anuncios. Como por ejemplo, todas esas chicas que anuncian perfumes, todas lánguidas y paliduchas, que no tienen ni fuerza para decir la marca: “Tresor,…Paguí”; “Poeme, …Paguí”; “Anais, Anais,… Paguí”. Pero bueno, ¿desde cuándo son así los franceses? Y por si fuera poco, en otros anuncios parece que crea adicción. ¿Has visto a los pobres niños de Antiú Xixona, calidad suprema?: “Queremos turrón, turrón, turrón”. Pero aunque les des el turrón, no paran: “Seguimos queriendo turrón, turrón, turrón”. ¡Estos niños están enganchados! …”. Y ya para colmo los exagerados de la sidra El Gaitero: “Sidra El Gaitero, famosa en el mundo entero” que no se lo creen ni ellos. Y así, Navidad tras Navidad, más de lo mismo.

En fin, analizando y reflexionando sobre la publicidad navideña podríamos imaginarnos el anuncio que le hizo el ángel a María de la siguiente manera: El ángel llegaría en moto y diría: – Busco a María. – ¿Maguía?. Oui, c´est moi. – Vas a tener un hijo como la sidra El Gaitero: famoso en el mundo entero. – ¿Y será un buen hijo? – Calidad Suprema. – ¿Y de dónde vendrá, si no conozco varón? – Pues, de dónde vienen todos, de… Paguí.

Una sugerencia: que no os atrape la publicidad en sus redes, que estas fiestas venideras van de otra cosa.

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